25.1.16

De mermeladas y candidatos presidenciales

Jurgen Schuldt
Fuente: El Comercio, enero 25, 2016 ().

Un ejemplo clásico de las anomalías que surgen en la vida real a la hora de optar por la compra de un producto es el experimento realizado en una tienda californiana, en la que científicos behavioristas le presentaron a un grupo de clientes 24 variedades de mermelada y a otro sólo le dieron seis opciones de compra. Resultó que apenas un 3% de quienes estuvieron frente al estante de 24 muestras se animó a comprar, mientras que 30% de los que únicamente tenían que decidir entre las 6 mermeladas adquirieron una (Iyengar y Lepper, 2000). 

Curioso comportamiento, cuya conclusión se volvió a verificar en experimentos de laboratorio y de campo realizados por psicólogos, neurobiólogos y economistas heterodoxos sobre diversos conjuntos de chocolates, lapiceros, detergentes y hasta de programas de jubilación. Es lo que Barry Schwartz ha denominado la “Paradoja de la Elección”, en la que la decisión entre muchas opciones ya no libera, sino que debilita y hasta tiraniza. Se trata del efecto del “Cuanto Más es Menos”: Excesivas opciones llevan a una “parálisis de la elección”, con lo que dejan de comprar o si lo hacen están menos satisfechos con lo elegido. En este caso, el cliente decide a ojo de buen cubero, al azar, sin mayor indagación y en base a una heurística sencilla, generalmente puramente emocional. 
Podemos aplicar esta anomalía del comportamiento del consumidor al del elector, dado que el 10 de abril tendremos que decidir entre una impresionante lista de 19 planchas presidenciales (y un sinfin de congresistas). Nos enfrentaremos al problema de la paradoja de la elección: son tantos los candidatos que marean y desconciertan a quienes tenemos que votar por alguno. En ese contexto de abundancia de opciones el consumidor-elector cae en los más variados estados de ánimo: ansiedad, confusión, pesimismo, incredulidad, desmotivación y similares. 

Además, la gran mayoría de la población no tiene muchas posibilidades de informarse más allá de los titulares de los diarios en los puestos de periódicos, por algún noticiero de radio o TV, o algún mitin político. Por lo que, si bien los candidatos no son mermeladas (aunque abunden los mermeleros), los ciudadanos elegirán fijándose en condiciones marginales o de menudo interés personal, similares a las de los potes de mermelada. Se deciden en función al tamaño, peso, color, envoltura, origen o fecha de caducidad del producto-candidato.

¿Qué hacer? En cuanto a las mermeladas, los expertos sugieren que lo ideal es recortar la cantidad y variedad de opciones, lo que en la práctica efectivamente aseguró una mayor confianza y seguridad en la elección (y el aumento de las ventas). Pero en democracia no se puede impedir que aumente el número de candidatos presidenciales, por más que para postular se requiera una enorme cantidad de firmas de adherentes para inscribir un partido. Por lo que la solución debería ir en la misma línea propuesta por los marketeros: reducir el número de opciones. 

Desgraciadamente en nuestro caso se ha marchado hacia el otro extremo: a pesar de la abundancia de programas, prácticamente existe sólo uno, aunque de ello no parecen haberse percatado aún los electores. Entre otros, este curioso fenómeno ya lo ha reconocido una congresista, nuevamente candidata: “Tanto Keiko como Alan y PPK tienen la misma línea ideológica, económica y social”. A lo que un exministro añade que “los 5 primeros, con matices, planes y equipos técnicos diferentes, proponen más o menos lo mismo”, afirmación que puede extenderse a casi todos los demás candidatos, que también son de centro-derecha.

En pocas palabras, unos 16 de los 19 partidos nos ofrecen prácticamente el mismo menú, asegurando la continuidad del modelo socioeconómico y político inaugurado en los noventa y que, dicho sea de paso, ha logrado –apenas en un cuarto de siglo- dejar yermo el campo que ocupaban y deberían volver a cubrir un proyecto socialdemócrata y uno del conglomerado de izquierdas, indispensables para asegurar una cabal democracia. Así, la abundancia de alternativas políticas es un espejismo. 

En esas condiciones y si no existieran tantos egos magnos, la mayoría de los 19 podrían formar un solo equipo representado por uno de ellos, cambiando apenas algunas formas. Lo que evitaría el estrés que contrae la abundancia de opciones, dejando de engatusarnos con la supuesta diversidad de opciones. Como tal, como van las cosas, da (casi) lo mismo a quien se elige. Esperemos que para el 2021 se haya constituido un sólido partido socialdemócrata, un bloque de izquierda y una derecha liberal, para que puedan acompañar al actual monopolio centroderechista. Sólo entonces podremos hablar de la “libertad de elegir”, ideal que ahora es una fata morgana. 

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Fuente: El Comercio, enero 12, 2016.

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Bibliografía:         «Cuando más es menos» (Asno de Buridan):

  • Dar-Nimrod, Ilan, Catherine Rawn, Darrin Lehman y Barry Schwartz et al. (2009). «The Maximization Paradox: The costs of seeking alternatives». En: Personality and Individual Differences, vol. 46, N° 5-6, pp. 631-635.
  • Iyengar, Sheena y Mark Lepper (2000). «When Choice is Demotivating: Can One Desire Too Much of a Good Thing?». En: Journal of Personality and Social Psychology, vol. 79, N° 6, pp. 995-1006. (www.columbia.edu/~ss957/articles/Choice_is_Demotivating.pdf).
  • Kossuth, Lajos y Mariano Perotti (2009). «El Asno de Buridan: Entre el agua y la avena». Tesis de Bachillerato en Economía. Lima: Universidad del Pacífico.
  • Loewenstein, George (1999/2000). Is More Choice Always Better? Social Security Brief, N° 7. Washington, D.C.: National Academy of Social Insurance. <http://www.nasi.org/research/1999/more-choice-always-better>. [Versión resumida: «Is More Choice Always Better?». Paper. Pittsburgh, PA: Carnegie Mellon University].
  • Sarver, Todd (2007). «Anticipating Regret: Why Fewer Options May Be Better». Working Paper. Evanston, Il: Northwestern University (http://faculty.wcas.northwestern.edu/~tds107/files/Sarver-regret-071023.pdf).
  • Schuldt, Jurgen (2013). Civilización del Desperdicio. Psicoeconomía y Decisiones del Consumidor. Lima: Fondo Editorial de la Universidad del Pacífico.
  • Schwartz, Barry (2005). Por qué más es menos – La tiranía de la abundancia. México, D.F.: Santillana.
  • Solnick, Sara y David Hemenway (1998).  «Is More Always Better? A Survey on Positional Goods». En: Journal of Economic Behavior and Organization, vol. 37, N° 3, pp. 373-383.
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