7.11.16

BCRP: endogamia y crisis

Germán Alarco 
(Diario Uno, 4/11/2016, p.10)

La designación apresurada de los tres miembros del Directorio del BCRP por parte del Congreso sigue causando polémica. Hay serias objeciones a dos de ellos. Los argumentos en contra se asocian a la falta de conocimientos en la materia económica-financiera, la naturaleza política de las designaciones, una puerta abierta a conflictos de interés, afectación institucional por filtración de criterios políticos y reducida solvencia moral en uno de los casos. Ya ha sido anunciada una marcha ciudadana en contra. Otro problema poco mencionado es que la junta de gobierno de esa institución clave estaría conformada por personas que piensan igual en términos económicos o que con alta probabilidad se amoldarían al modo de pensar de la mayoría. El BCRP se mantendría como una institución endogámica con los peligros que esto implica.

Las diversas definiciones de endogamia son útiles para describir el fenómeno. Según la Real Academia de la Lengua Española se trata de una actitud social de rechazo a la incorporación de miembros ajenos al propio grupo o institución; en este caso a economistas o expertos que no son afines al neoliberalismo en sus distintas vertientes. Asimismo, las acepciones antropológicas y biológicas son útiles por analogía ya que se refieren a la práctica de contraer matrimonio o cruzamiento entre personas de ascendencia común, de una misma localidad o comarca, del mismo grupo social, raza o población con las mismas características genéticas.

Están comprobados los daños físicos y mentales que en el mediano y largo plazo genera la endogamia a poblaciones particulares. En el caso del BCRP se continuaría afectando su capacidad para realizar diagnósticos y propuestas de política. El neoliberalismo dominante en esa institución promueve que variables como el empleo, las remuneraciones, la distribución factorial del ingreso, los márgenes de comercialización y de ganancias sean poco o nada analizados; o que las evaluaciones se realicen sólo bajo un marco teórico cuestionable. También implica que el manejo cambiario sea visto exclusivamente a partir de la lucha antiinflacionaria ignorando sus efectos negativos sobre la estructura y producción interna. Los salarios sólo son costos de producción y no fuente de ingresos y demanda.

El credo neoliberal supone que la economía se autoregula, es racional y proclive a operar con leyes discutibles. Ni el análisis prospectivo, ni sistémico, ni histórico importan. Su capacidad de detectar problemas de insuficiencia de demanda efectiva, los ocurridos a partir de una elevada concentración económica y desigualdad, del surgimiento de enfermedad holandesa o de reducción del multiplicador del gasto, entre otras, son reducidas. Pensar y actuar bajo criterios homogéneos es un peligro para todos.

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