13.3.17

Ganar guerras otra vez

Germán Alarco
(Diario Uno, 10/3/2017, p. 8)

Es parte del comentario “tenemos que empezar a ganar guerras otra vez”, realizado por Trump la semana pasada. Este se realizó al anunciar el aumento del presupuesto de defensa en US$ 54,000 millones para 2018 (9% más respecto del presupuesto anterior) que saldrían de ahorros en el Departamento de Estado, en particular de los fondos de ayuda y cooperación internacional. La semana anterior anunció que se mejoraría y aumentaría el poderío nuclear de ese país. A la par de estas noticias que podrían afectar la seguridad y paz global se anunció un nuevo récord histórico para el índice Dow Jones de la Bolsa de Valores de New York.

La plataforma económica de Trump es la combinación de los clásicos elementos del partido Republicano más su personal contenido proteccionista y antinmigrante. En lo común comparten el mayor gasto militar, la reducción de impuestos a los ingresos y a las herencias, y la desregulación del sistema financiero. Tendría como elementos propios un mayor gasto en infraestructura (con asociaciones público privadas), intensificar la producción y uso de hidrocarburos, el elemento proteccionista relativo a medidas pararancelarias y quizás arancelarias y una agresiva política contra los migrantes.

El desempeño económico del partido Republicano en el gobierno parece haber sido exitoso en elevar los ingresos (y su participación) de los grupos más ricos de la sociedad norteamericana. Sin embargo, no ha sido positivo en términos de las finanzas públicas, los niveles de deuda y el crecimiento económico. El presidente Ford tuvo déficits fiscales respecto del PBI entre 3.3% y 4.1%, Reagan entre 2.5% y 5.9%, Bush padre entre 2.7% y 4.4% y Bush hijo partió de un superávit heredado de Clinton de 1.2% y terminó con un déficit del 3.1%. Efectivamente Roosevelt (demócrata) rompió los récords de crecimiento en la deuda pública por las exigencias de la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, no quedaron atrás los Bush con aumentos de 56.2% y 76.7% y Reagan con un crecimiento de 186.7%.

La tasa de crecimiento promedio del PBI real durante el periodo de Reagan fue 3.5% anual, aunque con Clinton fue 3.9% anual. Ningún otro republicano logró tasas mayores al 3% anual después de la posguerra mundial. Hasta Carter logró un crecimiento de 3.3% anual. Blinder y Watson (2016) acaban de señalar que el desempeño de los gobiernos demócratas fue superior a los republicanos en todo un conjunto de indicadores económicos para el mismo periodo de análisis. Asimismo, no hay que olvidar que los componentes belicistas, proteccionistas y antimigrantes de Trump no sólo reducirían las expectativas positivas o harían que el ciclo expansivo sea de menor duración sino que pueden colocarnos al borde de una conflagración internacional en cualquier momento.

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